Cabo de la Vela - Guajira

Uno de los mejores sitios turísticos y naturales de Colombia sin duda alguna.

Viajamos en una camioneta sencilla contratada en Riohacha, conducida por gente nativa y

baquiana según ellos. Cinco largas horas de viaje a lo largo de una carretera sin pavimentar,

polvorienta y despoblada. Salpicada de vez en cuando por caserios, escondidos bajo la sombra de

los trupillos (árbol espinoso, leñoso muy propio del desierto).

Ya al amanecer observábamos grupos de indígenas arriando las cabras, hasta los bebederos

escondidos bajo los árboles. Las mujeres en su mayoría con unas batolas amplias y coloridas en

donde el aire hacía de las suyas. Su cara pintada de negro a manera de protector solar. Dientes

anchos al igual que su cara, cabello liso piel cetrina con rastros de sufrimiento.

Cuando dejamos de ver trupillos, apareció el mar con toda su imponencia. Inmenso azul

recortado por arena blanquísima o amarilla. Nunca los ojos se cansaron de mirar. Subimos al cerro Pan de Azúcar su nombre debido a una arenilla blanca parecida al azúcar. Y desde allí sentimos como si miles de ojos nos miraran. Nunca tanta agua en el mismo lugar ¡impresionante!

Desde allí también se percibe perfectamente como el cabo o porción de tierra se mete en el mar.