Guatapé - Piedra del Peñol

Nos dirigímos a Rionegro - Antioquia, donde nos encontramos con unos

amigos y decidimos partir hacia Guatapé, aunque ya habíamos ido antes, el hecho

de ir con personas distintas y teniendo de excusa un evento para ir a otro lugar, lo

hacía distinto. Éramos cuatro, dos hombres, dos mujeres, en dos motos,

acelerando entre las curvas y disfrutando del paisaje.

Llegamos a lo que sería una pequeña recreación de lo que fue el antiguo pueblo,

que hoy se sumerge entre las aguas. El paisaje era hermoso, El agua verde

aguamarina, las montañas, los cultivos y el viento que pasaba entre nosotros y

nos daba ese pequeño aire de grandeza; entramos al pequeño museo de fotos y

opiniones de los habitantes del lugar, donde al entrar no se ve mucho, pero que al

leer las historias nos damos cuenta, que para lo que nosotros era tan hermoso a la

vista, tuvo mil historias detrás suyo, que en su mayoría no eran buenas, pero que

como todo, tenían que pasar para que este lugar fuera lo que hoy es.

La entrada a la piedra del peñol estaba precedida por dos peajes o puestos de

control, que en sí, eran desordenados y para nuestra opinión sin sentido.

Decidimos no subir, pero si quedarnos alrededor, contando historias y registrando

nuestra salida con fotos, y recuerdos que quedaron en nosotros.

Bajamos al malecón del pueblo, en el cual hay mucho comercio tanto

gastronómico como actividades para hacer, desde montarse en garrucha, dar un

paseo en bote en el lago y hasta montar en flyboard; hay actividades para todas

las personas, todos los gustos, todas las edades y diferentes precios.

Al final nos fuimos un poco antes de lo esperado, ya que el camino a casa no

estaba cerca, pero quedamos satisfechos y con la promesa de volver.